Serán unidades con soldados excepcionales, entrenados para todo tipo de situaciones, unidades que no dejaran dormir a la Wehrmatch (Ejército Alemán).
¿Qué nombre les pondremos señor ministro?
Churchill: “Dado que dependerán de la Comandancia General, se llamarán comandos”.
Ya los ingleses tenían una idea de dicha unidad, con el accionar del oficial Thomas Edward Lawrance en la Primera Guerra Mundial, con sus operativos en el Oriente Medio.
En la Segunda Guerra lo concretó el oficial escocés David Stirling, unidades con habilidades y toma de decisiones en forma independiente.
Si los alemanes crearon la guerra relámpago, los comandos crearon el asalto relámpago.
Ataque y huida rápido.
Entrenados duramente, hábiles en el manejo de todo tipo de armas, vehículos y sobrevivencia.
Los llamaron al comienzo: “Los Carniceros de Churchill”.
Los alemanes al darse cuenta de su efectividad, también crearon sus unidades de comandos a cargo de Otto Skorzeny, quien en base a voluntarios paracaidistas los forma, efectuando diversas acciones, la más llamativa el rescate del Duce, Benito Mussolini.
Los americanos no tardan en formar sus unidades que los llaman Rangers.
Son los americanos quienes entrenan a un grupo de peruanos en 1959, para formar el primer contingente de comandos.
El oficial al mando no podía participar, dado que solo se admitía hasta capitanes, así que se quitó sus galones y se integró.
Cuando vean a un militar dispuesto a perder sus galones para cumplir su misión, sabrán que han visto a un verdadero soldado.
De esta manera cuando regresa al Perú, el hermano mayor comando crea la escuela, un oficial innovador, no tradicionalista.
Frente a la capital – Lima existe una isla que se llama El Frontón, donde se recluía a los más peligrosos delincuentes, muchos de ellos asesinos expertos en el manejo del cuchillo, allá fueron para ser entrenados en dicha arma.
Cuando estaba en otra región militar se perdía días, llegaba a una base militar al amparo de la oscuridad la trepaba, se escondía y con el toque de diana la tropa hacia formación: el oficial al mando al contarlos no entendía: tengo 200 soldados y hoy tengo 201.
El hermano mayor comando levantaba la mano y se identificaba indicando: su base es vulnerable, tienen que mejorar su seguridad.
Lema de los comandos peruanos: “Ser y no parecer”.
Todos los que ingresan son voluntarios, un oficial al comienzo no puede entender como su instructor puede ser un sargento.
Los primeros días lo llaman la “Semana del Infierno”, donde se prueba la resistencia hasta el límite.
Ingresan 100 al final terminan 15, los mejores, los más hábiles. Has logrado tener un grupo de elite.
Has logrado ganarte tu Boina Negra. Los comandos han combatido en todos los frentes.
Comando de ayer, hoy y siempre.