Tiempos aquellos, en que faltaba escuela, mas sobraba valor.

“Tierra y Libertad” el lema del “Caudillo del Sur” como era conocido Emiliano Zapata.

Era un mestizo de vestir bien, tenía la cultura colectiva del campesinado.

México 1910 los campesinos habían llegado al límite, preferían ir al monte a luchar por sus tierras, que ser reclutados y morir en un lugar desconocido.

Zapata empieza con 70 hombres, crece rápido su número a 3,000 hasta llegar a un ejército de 27,000.

Se desata una guerra sin cuartel por la revolución en el norte, el Centauro del Norte (Pancho Villa) y en el sur Zapata.

Los hacendados lo llamaban el “Atila del Sur” porque arrasaba todo.

Las tropas federales en dicha guerra dejaron su frase para eliminar zapatistas:
“Muerto el perro, muerto la rabia”.

“Es mejor morir de pie, que vivir toda una vida arrodillado”, les indica a los campesinos.

Otro de sus lemas que influiría bastante en toda América: “La tierra es para quien la trabaja”.

Más que Villa, Zapata se adelanta para tomar la capital al enviar a su hermano Eufemio como vanguardia.

El 6 de diciembre de 1914 ambos líderes hacen su ingreso a la capital e ingresan a Palacio de Gobierno.

Villa le cede cortésmente la Silla Presidencial, Zapata la rechaza, indicando:
“Es la Silla Encantada, se sienta un hombre bueno y se levanta un hombre malo”.

Al dejar la capital expresaría: “No luchamos para pisar alfombras o vivir en palacios”.

A diferencia de Villa, que tenía la frontera para recibir armamento, en el sur tenían que confeccionar sus propios cañones rudimentarios, que los llamaban hechizos.

El general Pablo Gonzales Garza es enviado por Carranza con 30,000 soldados para acabarlo, empieza con tomar su Cuartel en junio de 1916, Zapata pasa a la guerra de guerrillas donde empieza su desgaste de su tropa, que por cansancio o prebendas comienzan a alejarse.

Zapata fue incorruptible y necesitaba aliados para continuar con su lucha, el general Gonzales lo percibe, y con el coronel Guajardo que tenía 26 años urden el plan para hacerle creer que con parte del ejército, Guajardo se pasaría a sus filas.

El domingo 10 de abril de 1919 se tiende la trampa, antes de llegar a la Hacienda de Chinameca, Zapata se detiene en la Piedra Encimada, que es una loma cercana al lugar, medita como si el tiempo se hubiera detenido, decide ir con una escolta de 10 hombres.

Otra escolta de 10 soldados federales y un clarín le esperan, no eran simples soldados sino tiradores formado por tenientes y sub tenientes (alféreces).

Zapata se presenta con su sombrero de 3 telas. El clarín hace el toque de honor como general, y cuando termina es la señal, para que la guardia que le presentaba armas, bajaran estas e hicieran una descarga cerrada.

Al mismo tiempo, por los techos de la hacienda aparecen soldados, que hacen fuego contra la escolta de Zapata.

Era un hombre de una sola pieza, murió en su ley.

Otro hombre que luchó joven en la Revolución Mexicana, concretaría muchos de los ideales zapatistas, su nombre: Lázaro Cárdenas, mas eso… eso es otra historia.