Pancho Villa no puede morir, lo necesita La Revolución, “Yo soy Pancho Villa”.
Así expreso Doroteo Arango a la pandilla, cuyo líder era Francisco Villa y él era su lugarteniente, grupo armado que se sumó a la Revolución Mexicana y destacaba por su conocimiento del terreno y belicosidad.
1910 miles de campesinos estallan en rebelión en México.
Villa resulta más carismático que Carranza y Obregón (presidentes mexicanos), equiparable a Emiliano Zapata.
Cuatrero, bandido, revolucionario.
En México igual que en el Perú, los hacendados eran los dueños de las tierras, era común que tuvieran hijos con sus sirvientas, los cuales
los firmaban los padres-campesinos por temor o apoyo.
Villa de pequeño era distinto a sus hermanos, más grueso, más alto. Y como sucede con las cosas de la vida, los hijos ilegítimos son los
que más se parecen a los padres biológicos.
Ya de adulto las facciones se hacen más claras, su madre trabajaba de sirvienta de un hacendado vecino a sus tierras, comparada sus facciones: nariz, frente, pómulos, rebelan similitud con el hacendado.
Villa fue el más grande luchador contra los hacendados, en la guerra no había un límite para él, por ello le pusieron: “El Quinto Jinete del Apocalipsis”.
Los campesinos lo llamaron: “El amigo de los pobres”. Porque robaba a los ricos, para darle a los pobres.

Crea la División del Norte y sus tropas lo llaman por su habilidad en disparar y manejo del caballo: En Centauro del Norte.
Contó con un caballo morisco al que le llamó: Siete Leguas.
En agosto de 1914 los constitucionalistas toman la capital, ya se producía fricciones entre los líderes revolucionarios. Villa toma prisionero Al Perfumado -como llamaba al general Obregón-, lo condena a muerte, mas no lo ejecuta, por la oportuna intervención
de Carranza. Error, Obregón le cobraría la revancha con el tiempo.
En diciembre de 1914, Zapata y Villa toman la capital mexicana, se toman la foto histórica en la Silla Presidencial.
Llegan a su cumbre ambos líderes, entonces Estados Unidos da su apoyo a Carranza.

Dentro de la División del Norte destacó un grupo de soldados por su arrojo, así fueron seleccionados para ser la guardia personal de Villa, los llamaron “Los Dorados”. En toda guerra el mejor circulante es el oro, así que como les pagaban con monedas de oro, que las gastaban a raudal y por sus cananas, donde llevan las municiones en cantidad en el pecho, los cartuchos se vislumbraban dorados por la acción del sol, así que por uno y por otro les pusieron Los Dorados.
Un Dorado expresaría: Los tenía bien puestos, para invadir a los gringos.
Un Charro de arriba abajo “Soy soldado de Francisco Villa, de aquel hombre de fama inmortal”

Varios niños se unieron a La Revolución, un grupo de ellos fue empleado para poner dinamita a un tren federal.
Son siete vagones, así que cada uno pondrá un paquete en cada uno.
Villa observaba las indicaciones de su oficial.
Los chicos se desplazaron ágilmente, cuando inicia su marcha el tren militar, comienzan las explosiones, vagón uno, ¡pum!, vagón dos ¡pum!, todos estallan, menos el vagón cuatro.
Villa: Que venga el chico del vagón cuatro.
El chico nervioso se acerca.
Villa: qué pasó muchacho,
El chico no responde.
Villa: tuviste miedo, se le acerca al oído y le indica: Te diré un secreto, todos tenemos miedo, lo importante es disimularlo.
Uno de aquellos niños destacaría luego en otro rubro: se llamaría
Emilio “El Indio” Fernández, mas eso… eso es otra historia.

En una madrugada del año 1916, Villa hace algo que ningún otro general se atrevió: Invadió Estados Unidos, atacó Columbus, saqueando varios establecimientos.
Los americanos envían una Misión Punitiva a cargo del general Pershing, quien luego de varios meses no puede atrapar a Villa.
Pershing luego se haría más famoso en la Primera Guerra Mundial y en el Arbitraje por Tacna y Arica entre Perú y Chile, 1929.
En noviembre de 1920 Villa se acoge a una amnistía, y se retira a su rancho el Parrall en Chihuahua, se le permite conservar una guardia de 200 Dorados.
Su enemigo acérrimo, que le llamaba Robavacas, el general Álvaro Obregón, es presidente de 1920 – 1924.
Obregón había perdido un brazo por una granada Villista, por lo que le llamaban el Manco de Celaya.
Villa era un peligro, porque en cualquier momento podía volver a rebelarse y llamar a multitudes de campesinos, así que tenían que bajárselo.
Durante tres años sufrió atentados, de los que salió bien librado.
Mas se preparó uno que no podía fallar, se contó con una maniobra distractiva de un supuesto borracho, para detener el coche, así afianzar los tiros y un fusil ametralladora Rexer, con un cargador curvo de 30 cartuchos, de tal manera que bajo el fuego de una “cocana” mas 5 carabinas Winchester 30-30, cayó a la comitiva una lluvia de balas.
El 20 de julio de 1923 se concreta la emboscada.
Pancho Villa al invadir a los gringos, le habían puesto precio a su cabeza, desde esa fecha. De tal manera que una vez enterrado, fue robada su cabeza, la cual…….