Por lo general, cuando uno es militar, lo forman para ser adusto, cara dura, son pocos los que les asienta una sonrisa; así era el general Juan Domingo Perón, “El general de la sonrisa”, sonrisa dentífrica, incluso le llamaban algunos argentinos.

La primera vez que me enviaron a Buenos Aires, Argentina, -lindo país, parece Europa- llegué al subte (el Metro), escogí al azar una línea, llegué al paradero final, que resultó ser un cementerio, donde está el Mausoleo a la familia Perón, y ahí reposan los restos del mejor Presidente de Argentina, Perón.

Desde joven, oficial del Ejército, Perón ya mostraba habilidades políticas.

En 1943 participa en un golpe, al cual se sube un general que llega a ser presidente por 3 días.

Perón narra en su libro autobiográfico: Yo, Juan Domingo Perón:
Che Perón esto no puede ser, este tipo se subió a última hora al coche y ahora es el presidente. Así que 4 oficiales fuimos al encuentro del general Rawson, todos teníamos nuestra pistola Browning, para usarla llegado el momento.
Perón fue directo: mire general, nosotros hicimos todo el movimiento para el cambio, usted no participó, así que le pedimos su renuncia.
El 7 de junio de 1943 fue cambiado por el general Ramírez.

Eran los años de la Segunda Guerra Mundial, donde Argentina se mantuvo neutral, el único país de Latinoamérica.

En 1944 Perón es ascendido a general y se hace conocido por diversas acciones laborales. Ya contaba con su pareja Evita.

En 1945 al termino de la guerra nace una frase: “Ni yanquis, ni marxistas, peronistas”.

De 1946 a 1955 es presidente de Argentina, -hasta ahora los argentinos lo recuerdan por sus importantes obras y gestiones públicas-.

El 1955 un golpe encabezado por el general Aramburu lo saca del poder.

De ahí sale una frase popular: “Ya no estás a mi lado general, extrañamos tu sonrisa y tu voz, y si ya no puedo verte, peronista hasta la muerte”.

La ausencia de Perón hace que unos jóvenes luchen por su retorno y tomen diversas acciones armadas, la primera fue la baja del general Aramburu, esos jóvenes se llamaron “Montoneros”.

Perón regresa en 1973, es nuevamente presidente de Argentina, mas muere en 1974.

Los Montoneros querían cambios, Perón como político quería un gobierno de ancha base.

El 1 de mayo de 1974, rompe con los Montoneros, que habían acudido a tan inmensa plaza, su retiro fue notorio porque dejaron un vacío.
Sus lemas fueron: “Carnaval no, Asamblea, general. Qué pasa, qué pasa general, que está rodeado de tanto animal”.
Perón: en esta plaza se encuentran algunos imberbes, pretenden tener más méritos.

Una frase de aquella época condensa la situación: “Cuando regresó Perón estaba viejo y los que lo trajeron eran muy jóvenes”.

Perón dejó un legado en los trabajadores y en la gente humilde, que hasta ahora lo recuerdan; su entierro fue multitudinario.
Chau viejo, expresaban los asistentes. Con Perón fuimos gente. Hombres que hacen historia.