El general Manuel A. Odría conocido también como el “general de la alegría”. Presidente del Perú de 1948 a 1956.

El 27 de Octubre de 1948, se levanta en armas en la ciudad blanca, en Arequipa, para ello, cuenta con la guarnición de dicho departamento. Acá sucede algo que es genérico en Latinoamérica, los militares son 5% constitucionalistas y 5% golpistas… y el resto espectadores, conforme van los vientos se unen.

El general Odría no las tenía todas consigo, porque el efecto domino de su levantamiento no se producía, hasta que la guarnición de Lima, se pliega, corona el éxito.

Su gobierno conocido como el ochenio se caracterizó por las grandes obras públicas, a nivel nacional, y hasta ahora quedan las Grandes Unidades Escolares – GUE, -con su color rojo inglés-, los complejos habitacionales llamados Unidades Vecinales, el Hospital del Empleado, que hasta la fecha no se ha hecho un obra de tamaña envergadura, el Ministerio de Educación frente a la histórica Casona de la Universidad de San Marcos, el Estadio Nacional, entre tantas obras.
Por eso su lema del “tarmeño”, como lo llamaban en la Escuela Militar era: Hechos y No Palabras.

Promovía los carnavales, donde se usaba éter: “Carnaval, carnaval, alegría sin igual”.
Grandes corsos, fiestas, alegría por doquier por lo que quedó con el mote del “general de la alegría”.

En 1974 su entierro fue multitudinario en el Centro de Lima, al haber sido un ex presidente le presentan armas las diversas fuerzas armadas, con bandas y todo.