El 11 de setiembre de 1973, cambió el curso de la historia del país sureño. Mientras la mayoría de los países de Sudamérica tenían dictaduras y caudillistas, Chile durante décadas tuvo una democracia continua.

La vía democrática le permite llegar al poder en 1970 al primer candidato socialista, Salvador Allende, presidente
que trató de aplicar la vía chilena al socialismo.

En 1971 Fidel Castro visita unos días a Chile y se queda 3 semanas. Le regala a Allende un fusil soviético AK 47, que su versatilidad ya había sido comprobada en la Guerra de Vietnam.

En 1973 se da la crisis económica, el desabastecimiento y el paro de camioneros, la situación se vuelve insostenible, lo cual convence al presidente a llevar a cabo un Plebiscito, más era tarde, las Fuerzas Armadas ya habían tomado la decisión de romper con la tradición democrática de no intervención, cuyo último jefe fue el general René Schneider.

La marina encabezaba el golpe, a cargo de José Toribio Merino, si bien en el ejército algunos apoyaban, no se había plegado el comandante del ejército, que era Augusto Pinochet. Merino lo conmina a unirse con una carta donde le indica que sino lo firmaba ya tenía su reemplazo en el ejército.

La esposa de Pinochet es la que luego de una amplia charla lo convence con su última palabra: ¿Eres menos que un marino? A partir de ese día, Pinochet resultó ser el más duro de los conspiradores golpistas.

11 de Septiembre de 1973, las fuerzas armadas toman el control de los principales medios de comunicación y dan el ultimátum que se rinda Allende a las 11 a.m.

Allende hace presente a sus seguidores: “Solo muerto saldré de La Moneda” (Palacio de Gobierno en Santiago de Chile)

10.30 a.m. los tanques atacan La Moneda donde estaba el Presidente Allende con un grupo de leales, los cuales logran repeler los ataques. Pasado una hora los militares se desesperan por la resistencia y ordenan el ataque aéreo, el cual se produce al medio día por la Fuerza Aérea Chilena- FACH con rockets.

Transcurrido un tiempo, el Palacio Gubernamental empieza a incendiarse, Allende comprende la situación y dispone que salgan sus leales, que él será el último en abandonar el lugar, hecho esto con el fusil AK 47 se dispara.

A las 14.22 la infantería se posesiona de La Moneda.

Antes del ataque de los golpistas, Salvador Allende tiene tiempo para dar su ultimo discurso por Radio Magallanes, el único medio que no había sido neutralizado por los rebeldes:
“Mis palabras no tienen amargura sino decepción…
Mi recuerdo será el de un hombre digno que fue leal a la lealtad de los trabajadores.
Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor”.

El general Augusto Pinochet en sus memorias escribiría:
Ese día fue el más difícil en mi carrera, pos tenía dos preocupaciones, salvar a mi patria de los comunistas y el temor que los peruanos atacaran, dado que ese día todas las regiones militares estaban concentradas en Santiago y sólo existían 2,000 soldados en el cuartel Rancagua (Arica frontera con Perú).

Porque el general Juan Velasco Alvarado, presidente del Perú, que había modernizado las fuerzas armadas y tenía una ventaja de 3 a 1 contra las fuerzas chilenas, no atacó ese día que era una oportunidad única, más eso….eso es otra historia.